Traducción al español por: Dinorah Peña-Durán
Estudiante de 3er grado de la Preparatoria Irving hace malabares con el papel de estudiante en el cuadro de honor, y maestra de sus hermanitos.
En un día de aprendizaje remoto, la primera clase en línea de Naomi De La Torre no comienza hasta las 8:45 AM. Pero para cuando ella asume el papel de estudiante – y estudiante con honores – esta señorita 11º grado de la preparatoria Irving ya ha servido como una trabajadora de cafetería y maestra para sus hermanos más pequeños.
Su hermana, Allison Martínez, es estudiante de 3er grado y su hermano, Angel Martinez, cursa el 4º grado, en la Escuela Primaria John Haley. Además de la barrera del idioma, sus padres salen a sus trabajos mucho antes de que comience el día escolar, asignando las responsabilidades de aprendizaje remoto en manos de la hermana mayor.
“Me aseguro de que entren a sus clases de Zoom y de que se mantengan enfocados”, dice Naomi. “Cada vez que tienen un problema o no entienden una pregunta o tarea, yo los ayudo. Cada vez que tengo un pequeño descanso entre clase y clase, me aseguro de monitorearlos.”
Su propio horario de clases incluye una lista completa de clases de Colocación Avanzada (AP) – Inglés, Historia de los Estados Unidos, Seminario, Cálculo y Física – así como Anatomía, Estudios Afroamericanos y JROTC, donde tiene un papel de liderazgo.
Los hermanos más pequeños acaparan los espacios de trabajo en la sala de estar, donde inician sesión en las clases a las 8 AM, 10 AM y 1 PM. Mientras que Naomi se incorpora a sus propias clases de Zoom desde su habitación, pero se instala cerca de ellos cuando ella no está en línea.
“Sus horarios no coinciden con mis clases”, nos dice. “A veces, tengo que salirme de una sesión de Zoom durante un par de minutos para asegurarme de que están conectados a sus Zooms. Normalmente le pregunto a algún compañero si me perdí algo, o le doy seguimiento con mis maestros. Tratar de asegurarme de que están en clase y que no me pierda mucho de mis clases tampoco es bastante estresante. Me preocupo por ellos durante todo el día”.
Afortunadamente, los hermanos menores, como su hermana, disfrutan de la escuela y el aprendizaje.
“Pero cuando se despiertan un poco distraídos, como todos los niños en algún momento, tengo que asegurarme de que estén motivados y comprobar que están participando en clase”, dice.
Esta experiencia le ha propiciado que valore mucho más la labor de los maestros.
“Sé lo difícil que es asegurarse de que dos estudiantes estén aprendiendo”, dice. “Pero los maestros son responsables de al menos 20 de sus estudiantes y se aseguran de que lo entiendan. Esto demuestra cuánto trabajan los maestros”.
A pesar del desafío, Naomi agradece la oportunidad de tener un impacto positivo en sus hermanos más pequeños. “Puede ser estresante, pero es gratificante saber que están aprendiendo algo de ti, y que las cosas que les enseñaste van a incrementar sus conocimientos”, dice.
Naomi De La Torre tiene aspiraciones de asistir a la Universidad de Texas en Arlington o a la Universidad de California en Los Ángeles y convertirse en cirujana.
“Quiero ser cirujana para tener la oportunidad de ayudar a la gente, ya sea extirpar un tumor o reemplazar el corazón”, dice. “Literalmente sería capaz de entrar y arreglar directamente lo que está afectando a una persona.”
Dada su trayectoria de hacer todo a su alcance para asegurarse de que sus hermanos más pequeños tengan una educación de calidad a pesar de los desafíos que pueden haber llegado con la pandemia y el aprendizaje remoto, podemos decir que esta sobresaliente estudiante va por buen camino.
“Cuando las cosas se vuelven difíciles, la gente pone excusas y se rinde o encuentra maneras de ser ingenioso y seguir adelante”, dice Luis González, maestro de inglés de la Preparatoria Irving. “Naomi definitivamente cae en esta última categoría. ¡Lo que es aún mejor es que lo hace con una actitud completamente positiva! Ella trae mucha energía y optimismo a mi clase de inglés”.