Redacción: Jill Peeples
Traducción al español: Dinorah Peña-Durán
Es una mañana muy temprano para Austin Rivera Scott. El jueves se lanza al natatorio de North Lake a las 6:30 de la mañana. Después de una hora y media de práctica, Scott cambia su traje de baño por la ropa de la escuela y encuentra su lugar en la clase del primer período en la Escuela Preparatoria Irving alrededor de las 8:45 a.m.
El estudiante de último año de preparatoria está acostumbrado a este horario. Es lo que conoce y es como se prepara. Además, esta ética de trabajo no es algo que le resulte desconocido, gracias a su hermano mayor, Andrew Rivera.
“Creo que mi mayor influencia sería mi hermano. Empezó a nadar en el equipo de la escuela preparatoria Irving, y ahora nada para la Universidad Estatal de Texas”, dice Austin. “Simplemente seguí sus pasos”.
Esos pasos, junto con los arduos entrenamientos de natación a primera hora de la mañana y la concentración total, ayudan a Scott a dar lo mejor de sí mismo.
La noche anterior a las competencias de natación, la madre de Austin le prepara un enorme plato de pasta con pesto para ” recargar carbohidratos”. Sabe que esto, junto con un buen descanso nocturno, es exactamente lo que su cuerpo necesita. A la mañana siguiente, Austin le sube el volumen a sus audífonos y escucha “Warriors” de Imagine Dragons. La música le da energía y le ayuda a ponerse en movimiento.
Y se ha demostrado que funciona. El sábado pasado, Austin puso a prueba su entrenamiento en el encuentro de natación por invitación en el natatorio de Carrollton-Farmers Branch ISD, compitiendo en los 100 metros de pecho y los 50 metros de estilo libre. Terminó con un buen resultado.
Austin también atribuye su éxito, tanto dentro como fuera de la piscina, a su equipo de natación.
“Estoy muy agradecido por pertenecer al equipo de natación porque me ha enseñado mucho”, dice Austin Rivera Scott. “Me ha enseñado a trabajar bien con los demás. Me ha dado tantos amigos increíbles. Es casi como una segunda familia. Tengo muchos hermanos y hermanas de natación. Es realmente un ambiente muy amigable”.
Después de que Scott se gradúe de la preparatoria Irving con su diploma, un sistema de apoyo increíble y un récord de natación sobresaliente, espera seguir los pasos de su hermano: nadar a nivel universitario.
“Ser un atleta y estar en la natación me ha enseñado que puedo esforzarme. Tengo mucho más potencial del que creía”, dice. “Espero poder conseguir una beca en natación y seguir por este camino”.