Redacción: AndreAnna Tate

Traducción al español: Dinorah Peña-Durán

En Irving ISD, nos enorgullecemos de fomentar estudiantes que al crecer retribuyan a sus comunidades. El maestro de primer año de la Escuela Primaria Hanes, Walter Cruz, es uno de los muchos ejemplos de graduados que regresan a casa, al Irving ISD, para retribuir. El recorrido del maestro Cruz por el distrito es un verdadero testimonio del poder de los maestros que apoyan y de una sólida base educativa. Asistió a la Preescolar Pierce, la Primaria Britain y la Secundaria Bowie antes de comenzar su carrera a nivel preparatoria en la Academia Singley, el lugar al que atribuye un importante crecimiento personal. Como estudiante en Britain, Cruz recuerda a todos los increíbles maestros que tuvieron un impacto en su vida – uno de ellos fue su maestro de 5º grado y entrenador de fútbol Adrian Misiak. 

“El Sr. Misiak marcó una gran diferencia durante mi transición de las clases de ESL (inglés como segundo idioma). Cuando entré por primera vez en su clase, tenía dificultades con cosas básicas como escribir en inglés, pero él siempre estaba ahí para ayudarme a aprender y a crecer, lo que me hizo estar más preparado para la secundaria”, dice el Maestro Cruz. 

En la Escuela Secundaria Bowie, siguió sobresaliendo bajo la dirección de educadores entregados y en el programa GT (estudiantes superdotados y talentosos). Pero no fue hasta que entró en la preparatoria cuando empezó a destacar. Walter Cruz se inscribió en el programa de Seguridad Nacional de la Academia Singley y participó en varios clubes y organizaciones, como Business Professionals of America, el consejo estudiantil y la Sociedad Nacional de Honor. Durante este tiempo, hubo varias personas en la escuela que le causaron un gran impacto. 

“Las grandes escuelas tienen que estar dirigidas por grandes líderes, y el Dr. André Smith siempre lo fue. Su primer año como director fue también el mío, así que tuve la suerte de haber pasado todos mis años en la preparatoria con él. El Dr. Smith siempre estuvo ahí para mí. Acudía a él para pedirle consejo sobre cualquier cosa, y él siempre estaba ahí para ayudarme, con una sonrisa”, dice Cruz. “Mi antigua entrenadora de CCMR (Preparación Universitaria, Profesional y Militar), Saydrianne Harris-Magee, también fue un gran apoyo. Desde hacer la solicitud a las universidades hasta llenar los formularios FAFSA, ella siempre estuvo ahí para ayudarme durante el proceso. No sé dónde habría estado sin ella”. 

El Maestro Cruz reconoce que formar parte de Business Professionals of America fue uno de sus mejores momentos en la escuela preparatoria y dice que su antigua madrina del club, la Sra. Evans, fue quien despertó su interés por las finanzas. Le fascinaron tanto que decidió especializarse en la materia en la Universidad del Norte de Texas en Dallas. Mientras cursaba su licenciatura, seguía vinculado a la educación trabajando como tutor de AVID. Pero no fue hasta después de graduarse cuando decidió responder a la llamada de la docencia, al darse cuenta del profundo impacto que podía tener en los estudiantes.

Volver a Irving ISD fue una decisión fácil para el Maestro Cruz. Cuando realizó las entrevistas para los puestos de enseñanza, dice que el apoyo y la calidez que sintió por parte del personal y los directores en Irving fueron incomparables. 

“Cuando tuve la entrevista con el personal administrativo de Hanes, me recibieron con los brazos abiertos y creyeron en mi potencial a pesar de ser mi primer año como maestro”, dice Cruz.

Un hecho conmovedor de su regreso es el reciente descubrimiento de que su antigua maestra de guardería es ahora una de las consejeras de Hanes, Erika Morris. “Ver que se acordaba de mí después de tantos años fue increíblemente grato y muy tierno”, añade el Maestro Cruz. 

El próximo lunes, 12 de agosto, Walter Cruz comenzará oficialmente su primer año como maestro, cerrando así el círculo de su viaje, un momento que, dice, no estaría sucediendo si no fuera por el amor incondicional y el apoyo de su familia. 

“Mis padres son inmigrantes de El Salvador, y sacrificaron tanto para venir a Estados Unidos, sin conocer el idioma, para proporcionarnos una vida mejor a mí y a mis dos hermanas pequeñas. A pesar de todo, siempre me inculcaron la importancia de tener una educación, y querían que ese fuera mi objetivo. Puedo recordar a toda nuestra familia viviendo en una habitación de la casa de otra persona hasta mis padres que ahora son propietarios. Siempre han sido mi mayor apoyo, así como mi mayor inspiración”, dice el Maestro Walter Cruz.