Traducción al español por Dinorah Peña-Durán

 

Si existiera un premio de asistencia perfecta para voluntarios, María (Vela) Taylor lo ganaría sin problema. Ella es mamá de dos estudiantes de la Escuela Secundaria Travis y ha acumulado horas de trabajo voluntario en la escuela todos los días desde el primer día de clases – algunas veces sirviendo como voluntaria hasta 10 horas si ella está ayudando en los puestos de venta en los juegos de futbol americano.

“Me encanta,” dice ella. “¿Conoces la frase de ‘Se necesita un pueblo entero’? Pues realmente sí. Trabajando como una comunidad, si nos conocemos unos a los otros, podemos cuidarnos y arreglar juntos los problemas.”

Pero su trabajo mas importante, dice, es simplemente hacerse presente.

“Algunas veces un estudiante solo necesita un ‘hola’ o un ‘buenos días’,” nos dice. “Una simple interacción puede hacer que los chicos tengan un buen día. Eso es todo lo que se requiere al ser voluntario(a).”

Además de los dos estudiantes en Travis, la Sra. Taylor tiene tres hijos mayores y tres nietos. Ella maneja un negocio de camisetas y está involucrada en la Cámara de comercio Hispana de Irving. Pero su prioridad es ayudar en la escuela.

“El tiempo vuela,” dice ella. “Los hijos crecen demasiado rápido, y yo no quiero tener arrepentimientos. Es importante estar aquí con ellos y saber lo que está pasando con ellos. Es importante para los hijos ver a sus padres involucrados en la escuela. Pienso que los niños valoran el hecho de que sus padres estén aquí, aún cuando no lo digan. Ellos saben que nos importan. Y eso construye su cimiento moral.”

Sobre todo, con los adolescentes que no comunican nada, debemos participar para que podamos saber lo que está sucediendo”.

Como alguna vez madre soltera balanceando múltiples trabajos, Taylor comprende que no todos pueden ser voluntarios tanto como ella ahora,  pero ella invita a todos a hacer algo.

“Yo lo entiendo. Yo también era madre soltera, y a veces tienes que trabajar en dos trabajos”, dice ella. “Pero es por eso por lo que te involucras y construyes una comunidad con personas que te ayudarán a cuidar a tus hijos. No me importa quedarme aquí [en la escuela] o que los niños vengan a mi casa incluso. Pero tienes que salir y construir la comunidad “.

“Si me pagaran, creo que no quisiera hacerlo”, dice ella. “Yo solo estoy sirviendo a mi comunidad y satisfaciendo una necesidad”.