Redacción: Jill Peeples

Traducción al español: Dinorah Peña-Durán

El miércoles pasado fue un día especial para los estudiantes de último año de la escuela preparatoria MacArthur, Angel y Sammy Root.

La comunidad de MacArthur se unió para organizar un simulacro de ceremonia de graduación para los hermanos para asegurarse de que su padre, Don, que tiene una enfermedad terminal con cáncer cerebral en fase 4, pudiera ver a sus hijos graduarse.

Ángel, el hermano menor, debía graduarse el próximo año escolar. Pero en diciembre decidió acelerar su graduación para que su padre pudiera verlo graduarse.

Ángel no evita el trabajo duro. Además de duplicar su carga de cursos este semestre, trabaja en i Frattelli’s pizza para ayudar económicamente a su familia. Los días de Ángel están llenos de libros, pizza y su familia. Una vez que se gradúe, Angel se dirigirá al Dallas College North Lake para recibir sus conocimientos básicos, y luego perseguirá su sueño de ingeniería civil en la Universidad de Texas en Arlington.

“Desde pequeño, cuando llegamos a Estados Unidos, mi madre, María, me involucró en su empresa de mantenimiento. Siempre he trabajado con las manos, ayudando a mis tíos a titular pisos, cortar el césped, etc.”, dice Ángel sobre su infancia.

El hermano de Ángel, Sammy, está en el último año de la escuela. Participa en el programa de mecánica del Centro de Desarrollo Profesional de Ratteree, una iniciativa de educación profesional y técnica del distrito para proporcionar a los estudiantes experiencias de la vida real y habilidades de preparación para el trabajo. Cuando no está en la escuela, Sammy pasa la mayor parte de su tiempo cuidando a su padre.

Después de la graduación, Sammy va a pasar uno o dos años ahorrando para el Instituto Técnico Universal (UTI), una escuela de formación profesional en Irving, con énfasis en la industria automotriz.

El valor y la determinación para seguir adelante, incluso en situaciones difíciles, es algo natural para los hermanos. María y Don siempre han sido un ejemplo, centrándose en el lado positivo de las cosas y trabajando duro por lo que se quiere.

Ángel y Sammy crecieron en Monterrey, México, y fueron adoptados por su tía, María Roots, y su tío, Don Roots, a quienes llaman “mamá y papá”. Los chicos se trasladaron a Estados Unidos con sus padres adoptivos y, hace tres años, la familia recibió una llamada con una noticia desgarradora. El médico de Don le informó de que tenía cáncer cerebral y que sólo le quedaba un año de vida.

A pesar de los pronósticos, Don sigue luchando. Angel y Sammy dan crédito a su madre por los años adicionales de Don.

“Nuestro padre ha luchado tanto gracias a nuestra madre. Si mamá está cerca de nuestro padre, él es feliz”, dice Angel.

El deseo de Don de ver a sus hijos graduarse se hizo realidad, gracias a la ceremonia especial del miércoles pasado. Angel y Sammy, junto con los estudiantes de último año del consejo estudiantil, no sólo caminaron por el escenario, sino que fueron animados por el equipo de animación de MacArthur, el equipo de baile, el JROTC y el coro.

Esta fue la primera vez que Don salió de casa en meses. La familia transportó a Don en una silla de ruedas especial y se aseguró de llevar todo el equipo y los medicamentos necesarios para que estuviera cómodo.

“Este fue un recuerdo especial para nuestro padre, y es algo que nunca olvidaremos. Estamos muy agradecidos a todos los que vinieron y lo hicieron posible”, dicen Angel y Sammy.