Redacción: Erika Pedroza

Traducción al español: Dinorah Peña-Durán

El pasado otoño, un grupo de estudiantes de la Escuela Preparatoria Irving se percató de que un compañero estaba respirando entrecortadamente y se lo hizo saber a su maestra, Mackenzie Harper, quien pidió ayuda.

Entre los que fueron avisados estaba la enfermera de la clínica de la Preparatoria Irving, Kala Bauman Martínez, quien llegó a la escena en menos de un minuto. Al evaluar la situación, se dio cuenta de que el estudiante había dejado de respirar e inmediatamente comenzó a administrarle la RCP (Respiración Cardiopulmonar). A continuación, desplegó un desfibrilador externo automático (DEA), con la ayuda del oficial de recursos escolares Michael Le, y el corazón del estudiante comenzó a latir de nuevo. El estudiante fue trasladado al Baylor Scott & White Medical Center de Irving.

“Los médicos que atendieron al estudiante en el Hospital Baylor de Irving declararon que la rápida acción de todos los involucrados contribuyó absolutamente a la supervivencia del estudiante”, dice Karyn Beauchamp, directora del departamento de Servicios Clínicos y de Salud del Distrito Escolar de Irving.

El estudiante se ha recuperado completamente y ha vuelto a la escuela.

“En este ambiente, no es algo que se espera normalmente”, dice la enfermera Bauman Martínez, que también ha trabajado en hospitales y centros de asistencia en sus 10 años en el campo de la medicina. “Pero fuimos capaces de unirnos como un equipo, trabajando en colaboración con los oficiales, los maestros, la enfermera, los paramédicos, los administradores – para proporcionar al estudiante la ayuda que necesitaba”.

Aunque no todos los días salva una vida, como enfermera escolar, Bauman Martínez sabe que cada día tiene la oportunidad de marcar la diferencia.

“Aunque sea algo pequeño, como decir ‘buenos días’ o ayudar a reanimar a un niño, el simple hecho de saber que estoy marcando la diferencia es lo que me hace volver cada día”, dice. “Y estoy consiguiendo marcar la diferencia en la comunidad en la que crecí”.

Bauman Martínez, graduada en 2012, asistió a la Primaria John Haley, a la Secundaria Lamar y a la Preparatoria Nimitz, antes de transferirse al Centro Preparatorio de Carreras Barbara Cardwell.

“Como madre adolescente en la escuela preparatoria, sabía que tenía que tomarme las cosas en serio y planear una carrera para mantenerme a mí y a mi hijo”, dice. “Me trasladé de Nimitz a Barbara Cardwell para cursar la especialización en ciencias de la salud. Mi objetivo era ser técnica farmacéutica. En mi último año cambiaron la clase de técnico farmacéutico por la de auxiliar de enfermería. Fue mi primer contacto con la enfermería de cabecera. Se me dio muy bien y acabé convirtiéndome en enfermera”.

Tras obtener el certificado de auxiliar de enfermería en la preparatoria, consiguió un trabajo en un centro de vida asistida antes de graduarse. Luego continuó sus estudios en el Dallas College Campus El Centro, se graduó en el 2016 y obtuvo su licencia de enfermera registrada (RN) el siguiente mes de febrero – todo esto mientras trabajaba como técnica de atención al paciente en un hospital de cuidados intensivos a largo plazo.

Como enfermera titulada durante cinco años, trabajó en la planta quirúrgica renal del Methodist Charlton Medical Center de Dallas antes de unirse al equipo de Irving ISD en el año escolar 2018-2019.

“No ha sido fácil, pero definitivamente ha valido la pena perseguir mis metas, especialmente como madre adolescente que fui”, dice. “No ha sido fácil -sigue sin serlo-. Pero definitivamente es factible”.

Además del hijo que ahora tiene 13 años, la enfermera Bauman Martínez también tiene un hijastro de 14 años y un hijo menor de 3. Ella les atribuye a ellos el mérito de haberla ayudado a ser afín a los estudiantes a los que ayuda en la clínica escolar.

“Mis hijos se acercan a su edad, así que puedo relacionarme con estos estudiantes de secundaria en el sentido de que tengo dos de ellos en casa, y conozco algunas de las cosas por las que están pasando o de las que hablan o con las que se relacionan”, dice. “También ayuda a los estudiantes a saber que está bien que acudan a nosotros y que estamos ahí para ellos. Siempre estamos aquí para ellos”.

En el Día de la Enfermera Escolar, Irving ISD envía un gran agradecimiento a la Enfermera Kala y a todas las enfermeras escolares a través del distrito por estar siempre allí para nuestros estudiantes y personal.