Redacción: Erika Pedroza

Traducción al español: Dinorah Peña-Durán

Cuando el famoso Desfile del Tazón de las Rosas se abra paso a través de las calles de Pasadena, California, el día de Año Nuevo, el trabajo de nueve estudiantes de la Preparatoria Nimitz se exhibirá en un gran escenario nacional. 

Ocho estudiantes de la clase de Diseño Floral – junto con sus maestros- viajarán a California durante las vacaciones de fin de año para trabajar en las carrozas que se exhibirán en el desfile televisado a nivel nacional.

“Es una oportunidad realmente genial”, dice la alumna de último curso Ximena Victoria. “No solo por poder trabajar en algo tan famoso, sino también porque para algunos es la primera vez que viajan a California o a otro estado”.

Según la maestra de diseño floral Rebecca Valdovinos, originaria de California, no es común que grupos de otros estados, y mucho menos grupos de escuelas, se inscriban para ayudar.

“Son unos 50 grupos, normalmente grupos locales de Girl Scouts, grupos de iglesias y grupos de mujeres”, dice. “Se trata de una oportunidad única de aprendizaje experimental fuera del aula para mis alumnos. Tendrán la oportunidad de explorar la industria floral y mejorar su comprensión de las materias que estudian para alentar su crecimiento personal y su independencia.”

Aunque el grupo no sabrá en qué carroza van a trabajar hasta que lleguen, saben que se asociarán con la empresa Artistic Enterprises, con la esperanza de ayudar a montar una carroza premiada.

“Me hace mucha ilusión trabajar en estas carrozas y ver las piezas acabadas y luego verlas en el desfile, sabiendo que fuimos nosotros quienes lo hicimos”, dice Jamie Medina, estudiante de 12° grado.

Mientras los alumnos se preparan para el viaje, han expresado su gratitud a los líderes del distrito y a los instructores que hicieron posible esta oportunidad.

“Cuando la Sra. Val nos habló de ello, por supuesto que me hizo ilusión ir”, dice Melissa Cruz, alumna de 12º grado. “Pero luego pensé: ‘¿Significa que tengo que pagar una cantidad? ¿Tengo que pagar una cuota?’. Estaba dispuesta a hacerlo. Estaba lista para empezar a organizar una recolección de fondos. Afortunadamente, el distrito accedió a pagarlo todo. Estoy muy agradecida. Es una oportunidad única en la vida. Cosas así no se presentan todos los días”.