Traducción al español por: Dinorah Peña-Durán
El aprendizaje remoto ha desafiado a todos en Irving ISD y nos ha obligado a cambiar las reglas del juego, pero muchos estaban cambiando el juego mucho antes de que la escuela se hiciera virtual en el semestre de primavera. Para los padres Tameka Womack y Marcus Walton, superar obstáculos y superar las expectativas es algo que ellos y su hijo Kian hacen todos los días.
Cada día de aprendizaje remoto comienza con Marcus preparando a Kian para un día de aprendizaje. Para Kian, estudiante de 1er grado en la Escuela Primaria Johnston, las mañanas pueden ser difíciles. Pero sus padres han hecho todo lo posible para mantener consistencia y estructura en su salón de clases en casa.
Kian es autista y ha sido diagnosticado con el Trastorno Hiperactividad con Déficit de Atención, ambos añadiendo un nivel adicional de complejidad al aprendizaje remoto. Aunque sabían que este nuevo ambiente de aprendizaje sería desafiante, los padres de Kian sabían que era más que capaz.
“Realmente no sé cómo explicarte lo increíble que él es realmente, su capacidad de aprendizaje. No podemos subestimar las cosas de las que es capaz Kian. Nos sorprende a diario”, dice Marcus.
Como muchos padres de familia, comenzaron el aprendizaje remoto con cierta incertidumbre sobre cómo satisfacer mejor las necesidades específicas de aprendizaje de Kian, pero Tameka y Marcus se han asociado con sus maestros para mantenerlo enfocado en el proceso. Y por supuesto, son las pequeñas victorias diarias en el camino las que los mantienen en marcha.
“Uno de los problemas que tuvimos al comienzo de la cuarentena fue que no podía hacer que entendiera ‘mayor que’ y ‘menor que’. Fue una de esas cosas en las que no sabíamos si realmente lo estaba reteniendo”, dice Marcus. “Pero cuando volvimos a la escuela al final del verano, uno de los maestros hizo una pregunta al respecto, y él respondió con facilidad. Me sorprendió. Los maestros se reían de mí porque estaba celebrando por él. Estoy tan feliz cuando hace cosas así, y lo hace mucho. No deja de sorprendernos.”
Estas victorias son una dulce sorpresa diaria para sus padres, pero los maestros de Kian saben que atribuyen al arduo trabajo y dedicación de Tameka y Marcus.
“Cuando COVID sucedió, no sabíamos cómo eso le afectaría. Afortunadamente para él, sus padres están 100% comprometidos con su aprendizaje,” dice Sandra Rutter, la administradora de caso de educación especial de Kian. “Sus padres están allí, trabajando con él y tan dedicados a su éxito. Ellos son la razón por la que Kian está donde está ahora mismo.”
Tal vez más dulce que ver a su hijo tener éxito en el aula es el vínculo especial que Tameka y Marcus han creado con Kian durante los meses pasados en los que han compartido estrechamente todas sus actividades.
“Desde el semestre de primavera hasta ahora el semestre de otoño, lo único que Marcus expresa es que siente que conoce mejor a Kian,” dice Tameka. “Uno[normalmente] sólo ve un lado de su hijo, uno no los ve en la escuela. Definitivamente he visto un cambio en su relación para mejor, con más confianza y comprensión entre ambos.”
Aunque el aprendizaje remoto ciertamente ha tenido sus retos para su familia, Tameka y Marcus están seguros de que, si ellos pueden hacerlo, otros también pueden.
“No se rindan”, dice Tameka. “No se rindas, no se rindas con su hijo. Todo estará bien. Será difícil, sí, pero todo estará bien.”